El discurso oficial por el 8M es repetitivo por parte de entes gubernamentales, pero la labor que deberían desempeñar no va más allá de una conmemoración.
Las colectivas que acompañan a víctimas de violencia puedan dar cuenta de lo anterior y hablar de las carencias que todavía tienen las instituciones oficiales.
“Falta mucho en este camino tan largo. Faltan programas, cambiar empleados que no dan el ancho y que están por cobrar un sueldo, pero no hay empatía”, afirmó María Elena de la Fuente, integrante de la agrupación Madres Poderosas de La Laguna.
Refirió que hace falta agilizar los procesos de impartición de justicia en los casos de feminicidio y hacer efectivos protocolos como el de búsqueda de las mujeres cuando están desaparecidas.
De la Fuente indicó que ellas a través de la colectiva buscan acompañar a las personas que perdieron a una hija, hermana o amiga por feminicidio y por eso es que regularmente realizan actividades de concientización, además de que desde hace un año existe un antimonumento en la calzada Colón que ha sido acogido por la ciudadanía como un símbolo para no olvidar estas tragedias ni la exigencia de justicia.
“Aquí vinieron y nos pusieron una cruz chiquita hecha con unos palitos. No sabemos de quién es, hay muchos feminicidios que no se reportan por miedo y creemos que vinieron a ponerla por eso”.
Cabe precisar que el memorial consta actualmente de 18 cruces de color rosa que tienen grabado el nombre de alguna víctima de feminicido en los últimos años.
Por su lado, Mayte Méndez Porras, integrante de la Red de Mujeres de La Laguna, señaló que las acciones en apoyo a población femenina violentada debe trascender más allá de una fecha y contar con un trabajo de base para su acompañamiento.
“Después de los gritos siguen las acciones y estaría muy chido que todas esas mujeres que marchan también buscaran una forma de incidir y ayudar a las demás mujeres”.