Hace menos de una década, el consumo de cristal en la Comarca Lagunera fue detectado en las ciudades de Durango y se supo porque cuando el personal del Centro de Integración Juvenil de Lerdo emitió la alerta ante la llegada de la droga, en Torreón aún no se reportaba incidencia en el consumo.
Hoy, apunta Rafael Mora Garza, director del CIJ en Torreón, Saltillo se encuentra en la misma situación pues apenas tres años atrás no había estadística de consumo.
Cuando la directora del CIJ en la capital de Coahuila le comentó que aún no llegaba el cristal, él le respondió: “Agárrate porque ahí te va”. Era, en sus propias palabras, como si fuera avanzando una ola irrefrenable.
El esquema de introducción ha sido replicado en múltiples zonas y es en los ejidos y las colonias populares donde se introduce la droga.
El robo de bombillas o focos viejos debió encender luces claras de alarma entre las familias y las autoridades locales, pero alejado de ello, la droga avanzó alcanzando mancha urbana de Torreón y hacia otros ejidos duranguenses que colindan con Coahuila.
De acuerdo con Mora Garza, por más de 25 años la droga se movilizó por el Pacífico, considerada el área de mayor influencia. Y fue en el año 2015, justo cuando se afirmaba que la batalla contra el crimen organizado se había ganado en La Laguna, que se introdujo esta metanfetamina.
“Cuando notamos a los primeros consumidores nos percatamos de que en su gran mayoría eran de comunidades rurales, de los ejidos fuera de la mancha urbana. Pensé entonces que no tardaba en brincar porque así sucede con las drogas; empezó en los ejidos pero luego se desbordó hacia la mancha urbana de Torreón y hacia los ejidos hacia el otro lado de la zona geográfica.
“Este es un fenómeno que nos llegó a nosotros, pero que luego se fue expandiendo y ya es un problema a nivel nacional porque ya está en Aguascalientes, Zacatecas, San Luis… Oaxaca y Chiapas que era impensable que llegaran estas sustancias, ya están allí y en algún momento, a finales del año antepasado, 2020, ya se reconoció como un problema bastante serio en el país”.
De fácil acceso, el cristal también se consume entre las clases medias de la región y un indicador del malestar social es la venta exorbitante de bombillas consideradas ya obsoletas en las ferreterías o incluso en los tianguis.
En un tiempo donde se busca iluminar los hogares con focos ahorradores o luz led, las lámparas incandescentes que producen luz al calentar un filamento se volvieron a poner de moda.
Así, por ocho pesos en los negocios establecidos y hasta un peso en las fayucas, los muchachos hacen de un foco el recipiente para calentar y consumir las piedras o cristales de la droga.
Del cristal, altamente nocivo, los estragos sociales están a la vista en los rubros de la salud y seguridad pública pues configuran una verdadera crisis en cuanto al tema de las adicciones, por un lado, en tanto que disparan las estadísticas de robos, asaltos y ataques a civiles con violencia.
El rubro de la salud mental también está en juego toda vez que los consumidores reportan cambios drásticos en la personalidad y algunos atentan contra su vida.
Desde años atrás el Centro de Integración Juvenil en Torreón reporta estadísticas críticas y Rafael Mora, explicó que La Laguna hoy forma parte de una situación generalizada en México donde se visualiza un problema de seguridad nacional.
En las ciudades que configuran la zona metropolitana de la Comarca Lagunera, no había registro de consumo antes del 2015, año en que el CIJT consignó la presencia del estupefaciente con una estadística de 1.8 por ciento entre sus usuarios.
Para el año siguiente la cifra se elevó al 17 por ciento. Pero las cifras del 2021 alcanzaron a un 65 por ciento de los usuarios que acuden al Centro para intentar frenar su adicción.
-¿Desde cuándo comenzaron a detectar la presencia del cristal a través de los consumidores, y cuáles han sido los efectos vistos en el transcurso de los años?
-Los Centros de Integración Juvenil, aunque no es la institución o dependencia que atienda todos los casos de adicciones, por la cantidad de pacientes que recibimos y los datos que obtenemos, sí permite visualizar el panorama de manera general.
Sabemos que si aparece un usuario de drogas que acude a tratamiento y dice que está consumiendo tal sustancia, eso nos pone inmediatamente en alerta para decir que la droga está en la región. No se trata de alguien que haya venido de otro lugar sino que es de aquí.
Estuvimos sin la presencia del cristal hasta el 2015 pero esta droga ya tiene muchísimos años en México, estuvo muy focalizada en la parte del Pacífico: Baja California, Tijuana, Mexicali, la parte norte, Sonora, Sinaloa y hasta Nayarit y un poco Jalisco, toda la costa del Pacífico, ahí era donde hace más de 25 años ya estaba presente esta sustancia, pero tú no veías en los datos epidemiológicos a nivel nacional de los Centros de Integración, que estuviera en otro lugar o zona.
-2015 fue entonces el año que marcó la diferencia.
-De repente resulta que en el 2015 estábamos allí, has de cuenta que el 1.8 por ciento de los pacientes que recibimos mencionaron que en alguna ocasión habían consumido cristal.
Pero ese 1.8 era gente que la había consumido en otros lugares pero del 2015 al 2016 de repente aparece en los resultados finales del 2016, que el 17 por ciento de los pacientes que recibimos habían consumido cristal en la región, y eso es un brinco muy grande, de menos del 2 por ciento al 17 por ciento entre un año y otro es muchísimo.
A partir de ahí, año con año se ha ido incrementando, ahora sí que no se ha detenido la curva ni se ha aplanado, ha sido constante año con año a tal punto que en el 2021 ya lo cerramos con un 65 por ciento de nuestros pacientes que están usando cristal.
-Esto es alarmante.
-Sí y creo que no se ha alcanzado a dimensionar a pesar de que lo advertimos porque, yo siento que en aquel 2016, yo lo mencionaba, tenemos qué advertir que algo peor puede pasar porque no es nada más que haya llegado una nueva sustancia, sino que la persona se deteriora muy rápidamente; no es nada más que le provoque problemas de salud muy graves en muy poco tiempo sino que tiene otras problemáticas añadidas.
Entonces decía que esta sustancia genera que en el cerebro se pierda la capacidad de controlar los impulsos.
Todos nos enojamos en algún momento, unos más, otros menos, pero tenemos a nivel cerebral un regulador que nos dice bájale tres rayitas o no respondas así, la capacidad de regulación todos los seres humanos la tenemos, sin embargo esta sustancia justo ataca esta parte del cerebro, que hace que la persona pierda esta cualidad o capacidad.
El usuario de Cristal puede ir escalando los niveles de respuesta del impulso agresivo y lo hemos visto con nuestros pacientes.
Es muy triste ver el cómo llegan las familias, las mamás diciendo que por la noche llegó y los golpeó, que no lo podían controlar; que salió y aventó todo lo que encontró, se hizo tal cosa, que intentó quitarse la vida, porque también pasa eso, la violencia no es nada más hacia afuera sino hacia sí mismo.
Y esto lo advertimos, dijimos que era un droga que luego iba a ocasionar otras problemáticas.
-Un médico del IMSS en Matamoros me confió que ese tipo de pacientes llegan descontrolados. Fuera de sí.
-Sí, trastornados, agresivos.
-Y hemos visto también a través de los partes del MP que hay una correlación muy cercana entre el consumo del cristal y algunas agresiones inexplicables, incluso con los feminicidios.
-Así es, sí. Creo que también hay que considerar que la violencia va escalando.
Al principio, con las primeras veces que se consume hay un cambio en el comportamiento de la persona, se vuelve muy enojona por la nada, pero luego de que se enojó con el hermano, con la mamá, con el papá porque no lo dejaron salir, eso va escalando y luego pasa que ya golpeó al hermano, que ya intentó golpear a la mamá, que se peleó con el vecino y sigue escalando.
Los casos que hemos visto y que he dicho que hay que checar por ejemplo, justo es en lo de los feminicidios, el antecedente, no quiere decir que todos los feminicidas usen cristal, pero sí, yo estoy seguro que en algunos de estos casos, si no es que en la mayoría, debe estar de por medio el cristal, y sobre todo porque así como va escalando la violencia, también va escalando la manera tan brutal de ejercerla.
No puedes explicar que una persona en sus cinco sentidos pueda ser capaz de actos de barbarie, como ha sucedido en los últimos tiempos.
No lo alcanzas a entender y piensas que una persona “normal” no haría eso. Debe de haber de por medio algo.
-Hay patrones de comportamiento que el ministerio público debería atender.
-Sí, sí debería estarse haciendo un seguimiento más preciso, y yo he mencionado que también debería de buscarse la manera, a las instancias que les corresponda, de revisar y analizar qué es lo que están consumiendo porque no nada más es el cristal, pero se debe saber qué está conteniendo.
-Al fin los químicos que se utilizan dañan mucho a la persona.
-Claro, y es muy importante saber exactamente ahora sí qué es lo que se están metiendo.
-¿Qué tan adictiva es esta droga? ¿Basta probarla una vez para engancharse a ella?
-Así es. Fíjate que he mencionado también que con todas las drogas a lo largo de la historia hay una similitud cuando ves los datos, porque generalmente los datos que obtenemos son de las drogas usadas por las personas, alguna vez en su vida, y las drogas utilizadas más de una vez.
Porque así como hay mucha gente que puede probar una sustancia cualquiera, lo hace y de la primera vez no pasó, se quedó en la experimentación porque le dio curiosidad, porque quería saber qué se sentía o por que lo presionaron los amigos.
En todas las drogas siempre es mayor el número de gente que las ha probado, que el número de personas que le han seguido, en todas las drogas.
Pero curiosamente con el cristal cambió todo, esto que siempre se había visto, porque con el cristal es menor la gente que se queda nada más en la probada, casi los datos que tenemos es que por uno que nomás la probó, va a haber dos que le van a seguir, eso te habla del poder adictivo que tiene esta sustancia porque no habría otra explicación.
-¿Es barata o no?
-Estos datos para nosotros son muy difíciles de tener porque los terapeutas consideran que estas cosas no sirven para el tratamiento del paciente.
Saber si un chavo se la estaban regalando, la estaba comprando o él estaba vendiendo, o se la venden más barata o más cara, esos datos, como no sirven para el tratamiento pues el terapeuta ni siquiera los investiga, pero ahora sí por los estratos socioeconómicos que tienen los pacientes podemos inferir que es una droga barata, de muy fácil acceso porque cualquier chavito está teniendo acceso a la sustancia y que está muy al alcance de la mano y es por eso que nosotros hemos insistido mucho en la necesidad de hacer prevención con los padres y madres, que estén atentos, que se informen, que estén enterados que aquí está la sustancia invadiendo a los jóvenes, para que pongan atención porque muchos papás a veces ni siquiera se dan cuenta de que existe esta droga.
Y así como cuando va un chavo y se roba los focos viejos, así los papás les decimos que cuando desaparecieron los focos de su casa su hijo ya andaba. Con pequeñas orientaciones se puede detectar qué pasa. Me estaban diciendo que en los tianguis ya hay puesto con la venta de focos y que se los dan a peso.
-Esta droga qué desplazó, qué se consumía aquí antes del cristal?
-La mariguana sigue siendo la droga de preferencia con el 77 por ciento. Pero el segundo lugar, nosotros aquí en la región y en Coahuila, llegamos a ser el primer lugar a nivel nacional en el consumo de inhalables según la estadística de prácticamente 8 ó 10 años atrás, era el consumo de la pintura en aerosol, entonces se puso de moda el graffiti aquí en Torreón y en Saltillo aparecían murales en los edificios.
Esa pintura la usaban los chavos para drogarse y fuimos primer lugar nacional.
En aquel tiempo, los CIJ lanzamos una campaña de información y difusión hacia escuelas secundarias, porque esa era la población a la que más le estaba pegando, hicimos una campaña que le llamamos Hay olores que matan y tuvo buen impacto porque la curva fue a la baja y desafortunadamente no sé si como sustituto de los inhalables, pero siempre pasa así en las drogas, cuando una baja hay otra que repunta y en este caso fue el cristal.
Son drogas baratas, está más al alcance de la gente de bajos recursos pero el cristal está permeando en otros estratos socioeconómicos, no sólo en el de menores ingresos, se tienen jóvenes de un nivel adquisitivo más alto que también están accediendo a esta sustancia.
Rafael Mora Garza refirió que desde su ámbito de competencia se insiste en las estrategias preventivas y se capacita a los padres para poder blindar a sus hijos o en su caso, detectar a tiempo cambios de conducta que pueden ser nocivos. Pero también hace falta que los gobiernos blinden las regiones y frenen el tráfico del estupefaciente.