Por Elías Hernández
No hay nada más parecido a la muerte que el desamor, saber que nos han dejado de elegir, de pensar, de desear, de querer, de amar… es un escalofrío prolongado que recorre la piel y se introduce en la medula, es un fuerte golpe, seco y duro.
“Me duele una mujer en todo el cuerpo”, escribía Borges, porque el amor genera la ilusión de estar completos, al terminarse, el sentido de vida se pierde, se genera una amputación que genera angustia, es triste saber que vamos solos en la vida, y si no nos hemos dejado morir, como en algunos casos patológicos, si todo va bien, sufrimos por un rato, a veces largo, otras más corto, estamos de duelo, duelamos, un dolor agudo, fuerte, que desbarata el sistema inmunológico, altera los ciclos de sueño y vigilia, nos crea inestabilidad emocional.
Duela quien más involucrado estaba emocionalmente, duelamos aquello que no pudo ser y que ya jamás será. En historia de un matrimonio acompañamos a Charlie (Adam Driver) y Nicole (Scarlett Johansson), y su hijo, Henry (Azhy Robertson), en la que es, más bien, la historia de un divorcio, de un duelo, de una separación, y, finalmente, la historia de un desamor.
Argumento
Charlie y Nicole, un director de teatro y una actriz, sobrellevan, con su hijo, Henry, las complejidades que implican un proceso de divorcio.
Ruta critica
Historia de un matrimonio fue participe en múltiples alfombras rojas, ganó como mejor película y premio del público en los Premios Ghotam, y estuvo nominada a mejor película en los premios Oscar, los Globos de Oro, el Festival de Toronto, el Festival de Venecia, el Sindicato de Productores (PGA), el Círculo de Críticos de San Francisco, entre otros.
Asimismo, ganó el premio a mejor guion en los Premios Independent Spirit, los Satellite Awards y en el Círculo de críticos de Los Ángeles.
Por otro lado, reconocimiento especial merece la participación de Laura Dern, quien fue galardonada por su papel como Nora Fabshaw, la empoderada abogada de Nicole, ganó el premio a Mejor actriz secundaria en los premios Oscar, los Globos de Oro, Los Premios BAFTA, el Círculo de Críticos de Nueva York, los Critics Choise Awards, el sindicato de actores (SAG) y la Asociación de Críticos de Boston.
El director
Hijo de escritores y críticos de cine, nació el 13 de septiembre de 1969 uno de los directores y guionistas de cine con mayor prestigio en la actualidad, Noah Baumbach.
Su estilo intimista nos ofrece largometrajes con personajes que se discuten entre las preocupaciones inherentes a todo ser humano: la muerte, la libertad, el aislamiento, la carencia de sentido de vida y el amor.
Gran parte de su filmografía es autobiográfica, tenemos así pues en The Squid and the Whale (2005), su primer gran éxito, que narra el divorcio de Bernard y Joan, ambos escritores; claramente está inspirada en gran medida en el divorcio de sus padres en la década de los 80’s.
Y, catorce años después, sale a la luz Historia de un Matrimonio, divorcio de un director y una actriz; Baumbach contrajo nupcias con la actriz Jennifer Jason Leigh en 2005, tuvieron un hijo, Rohmer. Además, su matrimonio duró 5 años después de que Leigh le pidiera el divorcio a Bauman en 2010, en los Ángeles, tal como Nicole a Charlie.
Y es que, los patrones se repiten, como dice el psiquiatra psicoanalista Juan David Nasio: “en los asuntos del corazón, no elegimos sino lo impuesto y no queremos sino lo inevitable”, cada una de nuestras elecciones están prestablecidas por nuestra historia, tenemos una libertad condicionada, somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros, pero ¿podemos cambiar esa historia?
El divorcio, un fenómeno complejo
El divorcio es una realidad frecuente en nuestra sociedad, cada año se incrementa el número de matrimonios que se disuelven, en Estados Unidos (doy este ejemplo puesto que aquí se desarrolla la trama de la película) en 2019, hubo alrededor de 2,2 millones matrimonios, pero alrededor de 1 millón de divorcios.
En México, durante 2020, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aunque hubo una baja considerable del 42% con respecto al año anterior, muy posiblemente por la pandemia de COVID-19, hubo un total de 92 739 divorcios, siendo Coahuila el segundo estado con mayor tasa de estos, solo por debajo de Aguascalientes.
Año con año hay un incremento de divorcios en México y en nuestro estado de Coahuila, sobre todo desde el 2012, en el que se decretó en este el divorcio incausado, siendo esta, de hecho, la principal causa de divorcio en México con un 66.2%.
El divorcio es cada vez más aceptado como un factor que compone nuestra vida en sociedad, hace treinta años era, en comparación de hoy, escaso, y su concepción era diferente, pero sigue siendo muy doloroso.
Lamentablemente, como en una “historia de matrimonio”, es una de las experiencias más difíciles que una persona pudiera tener en la vida, y más si hay hijos de por medio, y todavía más si no hay un acuerdo mutuo en cuanto al convenio sobre la guardia y custodia de estos, la pensión alimentaria, la forma de liquidar los bienes, hasta incluso si hay que pensar en la patria potestad.
En historia de un matrimonio se nos presenta una situación que hace a este fenómeno más penoso, ambos miembros de la pareja, Charlie y Nicole, culpabilizan al otro, se victimizan, evaden responsabilidades del conflicto, complejizando el proceso.
El duelo
Tras el comienzo de la separación, que sucede después de que Nicole se decide y Charlie recibe la notificación de divorcio, las emociones se desbordan y se ven abrumados.
La negación se activa, sobre todo en Charlie (la de Nicole sucede antes de su decisión), este se niega de tal forma que prolonga la búsqueda de su propio abogado, y solo se moviliza hasta que la amenaza es inminente.
Aparece la ira, un segundo obstáculo que habrá que sortear, pero como todo mecanismo, surge para protegernos ante situaciones estresantes, por su puesto, es más fácil separarse de alguien a quien se odia y solo tiene defectos.
Esto se hace evidente en la escena mencionada del clímax, donde ambos terminan exhaustos y surge lo que siempre estuvo ahí detrás de la ira, una profunda tristeza. Surgen por su puesto, otros sentimientos displacenteros como la inseguridad, el vacío de soledad, la culpa y ansiedad.
A Charlie, sobre todo, quien no decidió divorciarse y más bien fue algo inesperado para él, le cuesta trabajo creer que algo bueno saldrá de esta situación y los cambios que propone legalmente Nicole. Ambos se culpan mutuamente, reflejando una auto imagen frágil y baja consciencia de responsabilidad.
Es raro, por no decir imposible, que el fracaso de un matrimonio sea solo por una persona. Es cierto, existen las víctimas, pero cada una elige a su propio verdugo.
Un factor de riesgo a considerar que puedo haber llevado a Charlie y Nicole al divorcio se encuentra al inicio de su relación, se dejaron llevar por la inercia al contraer matrimonio, pero sin estar realmente comprometidos con el otro.
“Ni siquiera quería casarme”, dice Charlie en una línea escalofriante en el clímax de la película. Otras componentes que aumentan la probabilidad de divorcio y que encontramos en nuestra pareja en cuestión, son los conflictos frecuentes, infidelidad, diferencias de opinión, crítica personal (y en este caso también profesional) y la posición de defensa, de ambas partes.
El divorcio implica la dura tarea de desvincularse de esa persona tan importante, hay un divorcio legal, pero también uno emocional, hay, finalmente, un desprendimiento de aquella idea, aquellos proyectos imaginados en conjunto que no serán.
Puntos de conflicto para el análisis
Charlie y Nicole tienen una comunicación unilateral, discuten con gritos, reproches, desvalorizan al otro, y como ya se comentó, no se responsabilizaban de sus equivocaciones y culpabilizan. Nicole tenía roles a los que no supo poner límite, como su rol de madre/cuidadora que se extendió a la pareja, inclusive a la compañía de teatro.
A su vez, Charlie quería tener el control de lo tangible, era sutilmente autoritario, la jerarquía de poder de Charlie al ser director se desplazaba al sistema conyugal. No había simetría en la relación. En el área económica, el dinero lo invertían a la compañía de teatro, por lo que no tenían un gran sustento económico, y aunque no se menciona, seguramente no tenían ahorros, al menos importantes.
De manera individual, Nicole mostraba conflictos de autoestima (aunque se fue fortaleciendo a partir de la relación que hizo con su abogada, Nora Fanshaw (Laura Dern), la cual le impedía tomar decisiones y cedía ante Charlie. En él, su punto de conflicto era su baja inteligencia emocional y egocentrismo., al parecer, tiene un conflicto no resuelto con el alcoholismo de su padre.
Finalmente, Charlie tiene una relación extramarital, pudiera sonar esto como la gota que derramo el vaso, pero no es más que la consecuencia de los demás conflictos de pareja, no solo de que ya no tenían relaciones sexuales, sino de todo lo demás, y en el fondo, de manera latente, hay una dependencia emocional.
Kramer vs Kramer
Hablar de Historia de un Matrimonio nos lleva a mirar otra fascinante película con la temática de divorcio: Kramer Contra Kramer (1979) de Robert Benton, protagonizada por Dustin Hoffman y Meryl Streep, que dan vida a la pareja de Ted y Joanna, respetivamente, y su hijo, Billy Kramer, quien fue caracterizado a sus 8 años por el actor Justin Billy.
Este drama nos envuelve también en un tortuoso proceso de divorcio, donde la lucha por la patria potestad se vuelve una imperiosa necesidad.
Cuarenta años pasaron desde la lucha de los Kramer, pero aun los procesos de divorcio se siguen viendo similares, sin cambios significativos, de tal forma que a Historia de un Matrimonio se le ha descrito como la Kramer Vs Kramer moderna. Kramer Vs Kramer fue recibida también muy bien por la crítica, valiéndole el premio a mejor película en los Premios Oscar, los Globos de Oro.
Comentario final
La pareja es uno de los procesos de la vida que más crecimiento y autoconocimiento puede ofrecer, ya lo decía Woody Allen en Annie Hall, las relaciones pueden ser irracionales, locas y absurdas, pero. al final. “necesitamos los huevos”.
Historia de un matrimonio nos muestra la culminación de una relación caótica, visceral, el eco de los conflictos familiares que atravesaron generaciones.
Sin embargo, Charlie y Nicole algo cambian al divorciarse, con el tiempo elaboran su separación, y ésta, por supuesto, es una ventaja con respecto a las limitaciones de la pareja y la familia: los descritos impulsos agresivos, culpa, sobre asertividad, etc.
Ciertamente es una distorsión la idea común de no separarse para no causar mal en los hijos, de hecho, quizá la equivocación más grande de Charlie y Nicole fue no hacerlo antes, y que desataran las constantes riñas e infidelidad.
Al alejar a Henry de esta situación insegura, hostil y destructiva, algo difícilmente de soportar, da alivio, y la patología de la pareja, por decirlo de alguna manera, no lo alcanza tanto, se han evitado las agresiones desplazadas de sus padres.
Con ello, se le permitirá ver la situación con otra perspectiva, elaborarlo y resignificarlo en su vida futura. Los estudiosos de la familia describen que para que un divorcio sea más llevadero (o menos traumático) es necesario integrarlo dentro de la experiencia vital personal, centrarse en las experiencias nuevas que están por venir (en vez de rumiar en el pasado), además, ser capaces de perdonar las acciones de la expareja, y de ser posible, establecer una relación sana con ella.
Y es que, aún en separados, Charlie y Nicole siempre serán los padres de Henry.
Al final, le hablan bien del otro a su hijo, entienden que, para cuidar a Henry, hay que cuidar de la pareja, y, en consecuencia, cambian la historia, y entienden que el divorcio no es un problema, sino una caótica, rara, y muy difícil, solución.