El pasado mes de febrero el Cabildo de Torreón aprobó por unanimidad establecer el 3 de abril como fecha para la conmemoración de las víctimas de feminicidio, de tal manera que este domingo se realizó el primer memorial por las mujeres que perdieron la vida a manos de esposos, yernos, novios o amigos.
Fue en el antimonumento que la colectiva Madres Poderosas estableció en la prolongación de la calzada Colón y el bulevar Revolución, donde a las diez de la mañana se reunieron las mujeres que, de la mano de las activistas feministas integradas a la Red de Mujeres de la Laguna, lograron encauzar una lucha que hoy visibiliza la violencia de género pero también la que se ejerce detrás de un escritorio en las oficinas gubernamentales donde se procura justicia.
A esta lucha se han integrado incluso ahora padres que no sólo buscan visibilizar el conflicto familiar, legal o social, sino que junto a las fundadoras, pretenden apoyar a las familias de otras víctimas, entre las que además se encuentran hijos que han quedado en la orfandad.
A la ceremonia acudió en representación del alcalde Román Alberto Cepeda González, la secretaria del Ayuntamiento de Torreón, Natalia Fernández, quien fue directora del Centro de Justicia para la Mujer, y la presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Equidad de Género en el Cabildo, Blanca Álvarez Garza.
Tras el pase de lista que da cuenta sobre las mujeres que han sido asesinadas por las manos de un agresor cercano a ellas, la colectiva Brujas de la calle cantó consignas feministas en tanto que para institucionalizar este encuentro fue la señora Rosa María Rocha quien dio contexto al calvario por el que se transita cuando se pide que las autoridades judiciales especializadas en la atención a mujeres realicen su trabajo.
Ella pidió que los asesinatos cometidos con extrema violencia contra mujeres y niñas sean tipificados en Torreón como feminicidios y no como un asesinato de una mujer cometido por su marido, mismo que se denomina uxoricidio, como ocurrió en el caso de su hija Dana Milagros.
“Ella presentó una denuncia el día 19 de mayo de 2015 en el Centro de Justicia pidiendo protección y no que le hicieran un escrito o un papel donde a ella me la ponen como que me la quieren divorciar, y ella no fue a que me la divorciaran, fue a pedir protección y no salió con esa protección que ella buscó. A los cinco meses a ella me la asesinan exactamente como aquí (en documentos) ella relata y les hizo ver en el Centro de Justicia donde trabajaba la licenciada Natalia (Fernández), donde algún día me dijo: ‘Yo conocí a tu hija’… hubiera preferido que no me la hubiera conocido, porque no me la apoyó como debió haber sido en ese momento, que ella pidió.
Con un tono de voz firme y desgarrador ante la impotencia, Rosa María le recordó a Natalia Fernández que ella era la directora del Centro de Justicia para la Mujer en Torreón cuando Dana Milagros solicitó la intervención de las autoridades judiciales. Le gritó que su hija murió como les había dicho que era amenazada por su esposo quien tomó un cuchillo y la asesinó.
En este primer memorial José Remedios Cruz, también recordó que un hombre violento mató a su hija y a su esposa. El hombre lleno de rabia engañó a su esposa y suegra, respectivamente. Les pidió ayuda mintiendo sobre un ataque que había sufrido por desconocidos. Ellas fueron a auxiliarlo y él las asesinó a ambas en el fraccionamiento La Perla.
Al cierre de esta primera conmemoración la tanatóloga Erika Ramírez Rodríguez brindó unas palabras de aliento para las familias. Les recordó que nadie está preparado para la muerte y menos aún una con cariz violento. Sin embargo les recordó a las Madres Poderosas que para enfrentar a la muerte existen dos caminos.
“Uno es el de resignarnos, hundirnos en la conmiseración o victimización y cruzarnos de brazos culpándonos por lo que según nosotros no hicimos bien. El segundo es el de reasignar, buscándole un significado al dolor, es decir, transformando el dolor en amor, la muerte nos hace pensar que el dolor por el asesinato de las hijas rebasa la capacidad de entender esta vida. La muerte por sí sola no tiene sentido, es lo que se hace con la pérdida lo que le da sentido a la vida”.