Por: Juliana Briseño
CODA es la película que nos enseñó a decir “Te amo” mediante el lenguaje de señas. Es una pieza conmovedora que nos arranca sonrisas al por mayor.
Escrita y dirigida por Sian Heder fue multipremiada y aplaudida por críticos y amantes del cine no solo por sus grandes actuaciones, guión, dirección, sino también por el tema abordado y por la inclusión dentro y fuera de la pantalla.
Pero, ¿cúal es el significado de la palabra CODA? Esta sigla en ingles significa Child of Deaf Adult, traducido al español sería: hijos oyentes de padres sordos. Existe una organización internacional con ese mismo nombre que se encarga de conectar a las personas que se encuentran en la misma situación a nivel mundial.
Con el fin de brindarse apoyo entre la comunidad, fue fundada por Millie Brother en 1983. Entre sus programas está el apoyo por medio de becas a chicos y chicas que viven esta misma situación con el fin de ayudarlos a seguir adelante con sus estudios.
Es un drama con tintes de comedia que así como nos hace llorar nos arranca muchas sonrisas. Además, pocos saben que se trata de una renovación de la película francesa La familia Bélier del 2014 dirigida por Érich Lartigau, sin embargo CODA cuenta con cualidades que le brindan su propia esencia. La historias giran en torno al mismo tema; nos cuenta la historia de Rudy, que es una adolescente oyente dentro de una familia con dificultades auditivas.
Ella juega el papel de traductora de su familia tanto en la vida diaria como en cuestiones laborales desde una corta edad. Todas estas situaciones transcurre en la ciudad de Massachusetts donde la familia maneja un negocio de pesca.
Su familia es completamente dependiente de ella. Sin embargo, las cosas se tornan complicadas cuando busca cambiar el giro de su vida al quedar fascinada con la música y buscar estudiar esto fuera de su lugar de origen. Ella entonces comienza a vivir el dilema entre ayudar a su familia e iniciar la búsqueda de su identidad.
Esto genera reacciones no favorables de su familia ya que al no poder realizar sus actividades diarias sin el apoyo de su hija y no poder escuchar el talento de su hija, no entienden el porque la chica se apasiona por la música. Los conflictos y las interacciones entre los personajes resultan genuinas y humanas, tanto que olvidamos que estamos ante una construcción ficticia y lo identificamos en el plano cotidiano de la vida diaria.
Como se mencionó anteriormente esta película es un remake. Por lo tanto, sufre del típico discurso que los espectadores y criticos que debe superar o al menos igualar a la primera; y lo cierto es que ninguna le pide naa a la otra, ya que los contextos de las historias, aunque similares, son muy diferentes. Incluso el estilo habitual de cine acostumbrado en sus paises de origen (norteamericano vs francés) también marcan una gran diferencia.
En su version norteamericana, este filme nos muestra con sencillez y empatía que se disfruta de inicio a fin, el optimismo bajo el cual se enfocan las complicadas situaciones: la ilusión del primer amor juvenil, el ver crecer y madurar a los hijos que inician la búsqueda de su propio camino, y a la vez, la melancolía de los padres al verlos abandonar su núcleo familiar.
Acerca de la directora Sian Heder, tiene un largometraje anterior Tallulah, disponible en la plataforma Netflix, y ha sido guionista de la serie Orange is the new black, también visible en la misma plataforma. Así mismo, su omisión en las nominaciones de Mejor dirección en los premios Óscar de este año, fue algo que generó mucha controversia. Aunque se llevó a casa el reconocimiento como mejor guionista.
Cuenta con un reparto en donde destaca la participación Marlee Matlin (Jackie Rossi), Daniel Durant (Leo Rossi), los cuales como sus personajes también padecen de sordera. Emilia Jones (Rudy Rossi) se preparó por nueve meses para este papel, aprendiendó el lenguaje de señas.
Su interpretación ha sido elogiada y fue reconocida con un par de nominaciones y premios ganados entre los que se encuentran los premios Critics’ Choice, de la Sociedad de Críticos de Cine de Seattle, Gotham Awards en los cuales obtuvo el reconocimiento como mejor inerpretación revelación, entre otros. Como actores de soporte se encuentran Eugenio Derbez (Bernando Villalobos) y el inolvidable Troy Kotsur (Frank Rossi). Troy, actor estadounidense, también padece del mismo trastorno de sordera, ha comentado que su padecimiento no es impedimento de ejercer su profesión en el mundo de la actuación desde muy corta edad.
Tampoco le impidió ganar el Óscar como mejor actor de reparto en la reciente edición, convirtiéndose en el primer actor sordo en ganarlo. Además de ser nominado a otros premios como fue el de la Crítica Cinematográfica, los premios del Sindicato de Actores, los Globos de Oro y los Premios BAFTA.
CODA es de esas cintas que nos invita a reflexionar acerca de este mundo dividido entre seres oyentes y seres sordos, y los CODA’s como mediadores “bilingües”, al estar adentrados en dos idiomas: el oral y el de señas. Situación que viven desde pequeños y que bajo otro tono hubiera sido una situación un tanto incomoda; sin embargo la ligereza de la comedia lo convierte en una situación más bien cálida y entretenida.
Una muestra de ello es la clara aceptación que tuvo de parte de la comunidad de personas sordas a las que representan. Abre una ventana a la complejidad que significa vivir con este padecimiento al brindar voz a estos personajes, mientras muestra su día a día, sin ser menospreciados o excluidos dentro de un determinado contexto social.
No se trata de una mirada esterotipada ni lastimera ante la discapacidad; tampoco se trata de una tragedia ni mucho menos busca victimizar a nadie, ya que la discapacidad son más bien parte del carácter de sus personajes, no tanto de su personalidad, ni son definidos por ella.
Podemos decir que se trata de uno de los filmes más inclusivos durante el año pasado por varios motivos. Primeramente porque da voz a una comunidad tan grande como lo es la de las personas sordomudas, contando con un elenco que pertenece y representa a dicha comunidad.
Además no solamente recurre al mundo actoral de Hollywood. Vemos a nuestro compatriota Eugenio Derbez presente nuevamente en el ojo internacional haciendo un papel muy importante en el filme, es el encargado de abrir el horizonte musical de Rudy siendo su profesor (Bernardo Villalobos / Mister B), personaje que la apoya para poder ingresar a la Universidad de Berkeley. Aunque se trata de un papel secundario, es de suma importancia para el desarrollo de la trama. Además, se trata de uno de los actores que aparecen más tiempo a cuadro y cuya seriedad y humanismo nos hace olvidar un poco su faceta de comediante por la cual se le conoce en México. Bernardo Villalobos representa un académico latino y una figura paternal alterna; un rol muy positivo y que rara vez se puede ver en una producción estadounidense.
La película es de corte independiente pero con un tono fácil de conectar y digerir. Quizá su incursión dentro del género musical la emparenta con grandes producciones de Hollywood.
Además, la brillante de la protagonista juvenil, Emilia Jones, es muy talentosa y carismática no solo en el aspecto actoral si no también musical, aspectos que causaron gran sensación en el público. Esta no es la primera vez que la actriz participa en el ámbito de la música ya que tiene un gran bagaje dentro de este genero así como en el teatro musical.
Del mismo modo, la película fue nombrada como una de las 10 mejores del año 2021, obteniendo cuatro premios en el Festival de Sundance, donde se convirtió en una de las adquisiciones más caras de la historia del festival. Apple TV pagó 25 millones de dolares por la exclusividad y derechos de distribución.
Entre otras nominaciones se encuentran los Gotham Awards, los Globo de Oro, la Sociedad de Críticos de Cine de Seattle, Premios del Sindicato de Actores, Premios BAFTA y los reconocidos y ya mencionados premios Óscar, entre otros. Mención especial requiere la emotividad de ver como actores e invitados en todas las galas de premiación se ponían de pie y agitaban sus manos como aplauso en el lenguaje de señas y ver como existía esa unidad y empatía rompiendo las barreras que pudiesen existir.
CODA entonces es una “rara avis”, un filme que ha sido multinominado y premiado en los principales festivales y que igualmente es querido por el público. Su trasfondo y trascendencia no solo atañen a cuestiones cinematográficas, sino por su contenido y humanismo.
Podríamos decir que se trata de una de esas películas mejor conocidas como “feel good movie” que son aquellas que nos incitan a la felicidad, nos dan optimismo ante cualquier adversidad y que se podría decir que todos requeríamos (inconscientemente, tal vez) una cinta de este estilo por todo lo acotencido en estos últimos dos años de pandemia, de crisis climáticas y sociales, que han afectado a todo el mundo y sobre todo, una guerra separatista que pudiera estar sucitandose en estos momentos. Era evidente que el público necesitaba de optimismo, de una historia que nos comunique que ante cualquier adversidad las cosas siempre pueden mejorar.
Una historia que nos recuerde que después de la tormenta viene la calma. En este caso, una narrativa sencilla y cercana: una familia que a pesar de las complicaciones que surgan a simple vista en un hogar, es una familia que se apoya, se ama y respeta a todos sus integrantes como individuos y libertad.
Sin duda, la formula que propone CODA no es algo nuevo, a primera instancia advertimos que se trata de una historia quizás repetida; sin embargo, bajo la superficie se encuentra una obra
Como conclusión podemos ver una formula repetida pero más interesante de lo que parece. Es una obra que está calculada para agradarnos, para hacernos llorar y reír y dejarnos un buen mensaje, romper barreras y darle sonido al silencio.